Mi primera pequeña historia

 Antes de que nos diesen las vacaciones, en clase Luisa nos mando a inventarnos una pequeña historia, al principio me asuste un poco porque yo eso de expresarme no es mi fuerte y menos usar la imaginación pero en cuanto empecé la historia no pare, el final no me convence por lo que hice dos historias, la primera a la cual no me gusta su final y la segunda.

Os voy a enseñar la primera: 

Me desperté y comprobé que el cielo estaba negro, fue extraño porque cuando mire el reloj que estaba encima de la mesa marcaba las diez de la mañana.

Le pregunté a mi madre acerca de este suceso pero no recibí ninguna respuesta y encontré apagada su mirada, no era la misma pero no quise preguntarle si le pasaba algo. Me arregle y fui al parque para leer, en el camino me cruzaba con gente que tenia la misma oscuridad en la mirada como la de mi madre pero nadie se fijaba en el cielo.

Cuando llegue al parque me di cuenta de que no había ningún niño jugando, no se escuchaban sus risas, ni los pájaros, ni ningún perro ladrando, no se escuchaba nada. Me sentí extraña como si algo no estuviera bien, como si todo el mundo se hubiera quedado sin brillo, sin magia, sin algo tan importante como la alegría.

Volví a mi casa ya que no estaba cómoda en el parque, a la mañana siguiente el cielo seguía oscuro y en la calle no se escuchaba ningún ruido, al día siguiente igual y así durante seis días, al séptimo día sentí que esa oscuridad en el cielo era como la que yo llevaba por dentro, por la cual todo el mundo me preguntaba y no sabía expresar, me di cuenta de que yo también había perdido ese brillo en los ojos, había perdido la alegría y comprobé que el mundo se volvió igual de oscuro que yo.